El caso de Santiago. Santiago llevaba trabajando en Carrefour desde el año 2004. Su categoría era la de coordinador. Sin embargo Santiago estaba de baja (IT) desde el año 2020 por padecer gangliones intra-articulares asociados a ligamentos cruzados. también sufría  condromalacia grado III y bursitis prerotuliana. Estos padecimientos eran inicialmente incompatibles con su actividad laboral.

La pillada y el despido. 

El 23 de abril de 2021 se publica en el boletín oficial de la provincia de Badajoz su admisión para las pruebas a policía local de Siruela. Para dicha admisión era necesario aportar un justificante médico que acreditarse que el candidato se encontraba sin limitaciones físicas. En este momento la mutua suspende la prestación y comunica a la empresa la situación. Tras esto, la empresa le despide disciplinariamente por simulación de enfermedad.

¿Qué dijo el Juzgado de lo Social?

El Juzgado de lo Social nº3 de Badajoz emite la Sentencia de Primera Instancia en la que se reconoce el despido improcedente, pues entiende que no se ha simulado ninguna enfermedad o padecimiento. Y que no ha quedado acreditado que se sometió a las pruebas. Condenando a la empresa al pago de 32.000 euros en concepto de despido o la readmisión del trabajador y el pago del salario por los meses devengados. En este caso, el juzgado no ve la transgresión como suficiente para acreditar el despido.

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La segunda instancia se pronuncia.

No estando conforme Carrefour con la Sentencia emitida recurre. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura se pronuncia en esta Sentencia de Segunda Instancia considerando que los hechos sí son suficientes para considerarse graves. Esto vulneraría la buena fe contractual, y supone un fraude para el empresa y la mutua que abonan sus salarios y prestaciones.

El hecho de ser calificado de NO APTO en dichas pruebas supone una evidencia de que se presentó, cuando era necesario un certificado que implicase que el opositor estaba sano. Y esto supone una clara vulneración de la confianza empresarial. En consecuencia, la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia revoca la sentencia anterior y declara el despido procedente.

Finalmente, el Tribunal Supremo inadmite el recurso del trabajador. 

En este Auto del Tribunal Supremo se rechaza el recurso del trabajador considerando firme su despido disciplinario.

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