El atasco de la Justicia

Hoy, en nuestro blog hablamos sobre el atasco en la Administración de Justicia y en otros organismos periféricos. Se trata de un grave problema para el ciudadano, que ve dilatado, a veces hasta en décadas, el auxilio de la Justicia. La huelga de los Letrados de la Administración de Justicia (antiguos secretarios judiciales), que puede ser legítima o no, (no vamos a entrar a valorar esto en esta entrada). Supone un agravamiento en este atasco, puesto que se están suspendiendo sistemáticamente juicios y otras actuaciones judiciales, y acumulándose a lo anterior.

Séneca (siglo I): 

«Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía»

La situación anterior a la huelga. 

La situación del anterior a la huelga ya era muy pobre. Los procedimientos judiciales se alargan años sin poder dar una fecha estimada a los clientes de resolución. Las causas son variadas, como abogados en ejercicio, detectamos las siguientes (no están ordenadas por nivel de importancia):

  • Exceso de litigiosidad: Acudimos a los juzgados y tribunales para todo. Hemos visto pleitos por 90 euros, juicios de delitos leves por llamar a alguien “payaso“, etc. Se trata de asuntos nimios que movilizan los recursos de la Justicia. Estos recursos son finitos, y dedicarlos a este tipo de asuntos implica que no se puedan dedicar a asuntos más graves. Por otro lado, los sistemas de mediación y arbitraje, mecanismos paralelos y alternativos para resolver conflictos no acaban de despegar.
  • Exceso de burocracia: Este problema lo sufrimos los abogados, todo es por escrito y todo tiene su procedimiento, su formulario, etc. Además, la variedad de administraciones públicas agrava esto, pues en muchas ocasiones, tenemos que consultar las particularidades de cada caso. Alargando innecesariamente los procedimientos.
  • Cambios técnicos y falta de adaptación del personal de justicia: Sí, se están implementando sistemas de comunicación entre las partes y los órganos de la Administración de Justicia, desde los funcionarios a los propios abogados, nos vemos obligados a adaptarnos a las nuevas tecnologías, pero algunos no lo consiguen por completo, suponiendo esto una ralentización adicional. En ocasiones, las plataformas de comunicación tampoco son compatibles entre sí.
  • Ineficiencias en el funcionamiento de los juzgados: En ocasiones, el funcionario que lleva el asunto, está de vacaciones, baja, asuntos propios, en la hora del café, etc.  Y el problema, no es que esté disfrutando de sus vacaciones el funcionario. El verdadero problema es que no hay otro compañero que pueda dar solución a la incidencia que se plantea, esto hace que en el momento que ese funcionario en concreto no esté trabajando, todos los asuntos que lleve, están sistemáticamente parados.
  • Falta de personal: Es cierto que faltan jueces, juzgados, etc. Especialmente en zonas concretas, donde la litigiosidad ha aumentado por algún motivo concreto o en aquellas zonas del territorio nacional donde el personal rota por no estar cómodos.

¿Fracasa la mediación y el arbitraje? ¿Por qué?

Las virtudes de los procedimientos alternativos de resolución de conflictos (básicamente mediación y arbitraje) las llevamos escuchando muchos años.  De hecho, algunos abogados podemos compartir que sean una herramienta útil en algunos casos en particular. Sin embargo, habitualmente, los acuerdos se cierran durante el desarrollo de un procedimiento judicial.

Lo decimos de una forma más sencilla. Al español medio, la mediación le parece perder el tiempo y que todo va a quedar en papel mojado, por eso prefiere la vía judicial. Con el arbitraje pasa igual. Os ponemos un ejemplo ilustrativo:

Un procedimiento laboral, un despido.

Una empresa debe a un trabajador por un despido la cantidad de 1.000 euros y no se la quiere abonar.  Como su jefe no le paga, él decide reclamar y acude a un abogado. El compañero le explica que el procedimiento es interponer una papeleta ante el servicio de mediación de su comunidad autónoma, en este caso, Andalucía. Además le explica que tiene el plazo de 20 días hábiles para reclamarlo.

Como es imperativo, el trabajador encarga la redacción de la papeleta y su interposición. Y se presenta. En este momento se suspende el plazo para reclamar, en principio hasta que se celebre la conciliación con la empresa, o 15 días hábiles tras haberse presentado sin que se celebre. Esto reanuda el plazo.

Si el servicio de mediación no convoca a las partes y celebra en ese plazo, hay que presentar la demanda para evitar perder el derecho a reclamar. Esto es lo que está sucediendo en Andalucía. De esta forma, el trabajador despedido tendrá que poner la demanda. Y habrá asumido el pago de unos costes de mediación (la presentación de la papeleta por parte de su abogado), que únicamente han servido para retrasar un mes su procedimiento.

Sirviendo únicamente para cerrar los acuerdos de despido cuando ya existe previamente un acuerdo con la empresa y simplemente se buscan resolver las implicaciones fiscales del mismo.

Como vemos, los mismos mecanismos que estaban previstos para auxiliar a la Justicia, al funcionar mal. Y de esta forma, provocan un empeoramiento de la situación para el ciudadano. Le cuesta más tiempo y dinero.

De hecho, ya hay comunidades autónomas (Castilla León)  que están barajando eliminar directamente este paso intermedio.

¿Y con la huelga qué ha pasado?

Simplemente nada. Todo se ha parado, se suspenden sistemáticamente juicios no esenciales y se paraliza la admisión de demandas, etc. Todo se para y no pasa nada. Todo se acumula. Empeorando la situación general.

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¿Qué podemos hacer los abogados?

En realidad, nosotros sí podemos hacer algunas cosas por dinamizar la Justicia. Podemos negociar con los compañeros, podemos no recurrir aquellas cosas con el objeto de alargar el procedimiento. También podemos recortar los plazos de respuesta al contestar… Esta puede ser nuestra ayuda profesional para desatrancar la situación. En el resto de cosas, sí es verdad que es necesaria una reforma de calado en la Administración de Justicia, que por otra parte es la garantía del cumplimento de las leyes de un país.

Si te queda alguna duda, estaremos  encantados de darle respuesta. En Abogados Garnata sabemos que la justicia preocupa a todos.

Nuestro despacho de abogados de Granada, Guadix y Armilla, está a tu disposición.

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