Hoy queremos hablar sobre la importancia de elegir un buen asesor fiscal que realice una correcta planificación fiscal de nuestro negocio.  En numerosas ocasiones, nuestros clientes acuden al despacho cuando la Agencia Tributaria les ha abierto un procedimiento de comprobación o un procedimiento de inspección. En ese momento, nuestras posibilidades de trabajo son más reducidas. La planificación fiscal permite ahorrar muchos costes a nuestros clientes. Contar con un buen asesor fiscal es una de las mejores inversiones que puedes realizar para tu negocio.

Tu asesor fiscal es consciente de la actividad que realizas, y además, se debe mantener informado de los cambios normativos que puedan afectar a tu actividad. Esto te garantiza una tranquilidad y una estabilidad esencial para que puedas desarrollar tu actividad sin obstáculos. Pero, lamentablemente, esto no siempre es así. La feroz competencia de precios en ese sector, donde una rebaja mínima en los honorarios implica quedarse o no al cliente, obliga a que, en muchos casos, los servicios se homogeneicen, dando a todos los clientes un mismo servicio, sin atender a las particularidades de cada actividad. Esto se traduce, en muchos casos, en costes para el empresario. Y estos costes, no se cubren mínimamente con la rebaja en los honorarios de una asesoría o consultoría.

Por eso, desde Abogados Garnata recomendamos a nuestros clientes que acudan siempre a profesionales cualificados, y que valoren económicamente sus servicios. En el futuro, y no hablamos de horizontes temporales muy lejanos, una buena planificación fiscal realizada por un buen profesional que pueda estar pendiente de tu actividad, os va a evitar muchos problemas y os va a ahorrar mucho dinero.

Igualmente sucede con el asesoramiento laboral, un buen asesoramiento laboral ahorrará conflictos, y esto se traducirá en menores costes para la empresa. Os dejamos un enlace al diario Cinco Días, donde se comentan dos sentencias relativas a errores de asesorías. Ante la Administración, el responsable es el cliente aunque contrate los servicios de un asesor. Posteriormente, estos errores pueden ser reclamados a la asesoría, que deberán tener seguros de responsabilidad civil que cubran las posibles eventualidades. Pero esto ya es abrir un largo camino para exigir esa responsabilidad a tu asesor por sus errores. Por eso, desde Abogados Garnata, tu despacho de abogados en Granada, recomendamos hacer bien las cosas desde el principio.

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