En anteriores artículos, hemos analizado normas, pronunciamientos judiciales, etc. Sin embargo, nunca hemos valorado la necesidad de las normas, el papel que juegan en la sociedad, qué nos aporta y qué nos limitan.

¿Cómo nos restringen las leyes?

Vivimos en sociedades muy reguladas, nos dicen cómo conducir, por dónde andar por las calles, qué podemos comer, dónde podemos fumar… Tenemos leyes ambientales. También, tenemos leyes que regulan la filiación, la nacionalidad, el trabajo, los impuestos que pagamos, el ruido que podemos hacer en la calle… Vivimos dentro de un marco de libertades muy limitado. as prohibiciones, las obligaciones y muchas acaban en sanciones y multas. Pero, ¿no podemos vivir en libertad?

Si queremos ver el volumen de normas, podemos mirar los diferentes boletines oficiales, cada día se publican múltiples páginas. En nuestro caso: el BOE, el BOJA o el BOP de Granada. Pero en cada territorio, nos encontramos con boletines equivalentes.

¿Qué nos dan las leyes?

Por otro lado, las leyes también nos dan. Nos reconocen derechos y libertades. Desde el derecho a la vida, a la propiedad, la libertad de expresión, etc. Por otro lado, las leyes nos permiten realizar negocios (entendiendo como esto cualquier tipo de acuerdo), bajo un paraguas de protección. Esta seguridad jurídica, nos permite desenvolvernos como personas, establecer planes de vida…

Como vemos, los aspectos positivos son importantes para tenerlos en cuenta.

¿Qué más hacen las leyes?

Por otro lado, las leyes también permiten organizarnos de manera democrática, nos permiten impulsar políticas, fomentar el desarrollo. Como ejemplo, las empresas pueden invertir en investigación y desarrollo porque saben que sus patentes están protegidas y que podrán rentabilizar esa inversión.

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En conclusión, 

Podemos afirmar que las normas son necesarias. Igual que no podemos jugar al fútbol sin tener claras las normas, vivir en sociedad exige la construcción de un marco legal que permita garantizar los derechos y libertades de los ciudadanos. El precio, las numerosas obligaciones, que suponen la otra cara de la moneda. Sin embargo, el balance es positivo.

En ocasiones, un exceso de regulación, puede dar muchos problemas. Otras veces, las regulaciones generan más problemas de los que solucionan. Pero esto se debe a una mala planificación del poder legislativo y se puede corregir (casi siempre). Sin embargo, en general, el balance es muy positivo.

Si te queda alguna duda concreta, estaremos  encantados de darle respuesta. En Abogados Garnata sabemos que solucionar las preocupaciones de nuestros clientes les da tranquilidad.

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