Que la Real Academia de Lengua recoja el concepto spam en su diccionario, pone de manifiesto que se trata de un concepto muy extendido en nuestra sociedad. Si bien comenzó con los correos electrónicos basura, hoy podemos hacer extensivo su significado a cualquier comunicación no deseada (llamada, mensaje, etc.) que recibimos de un emisor, principalmente desconocido, que habitualmente incluye publicidad y se envía de forma masiva.

Pero, ¿Por qué tienen mis datos?

En ocasiones, nosotros mismos facilitamos la forma de contacto e incluso las materias que nos interesan a las empresas mediante suscripciones, registros gratuitos, etc. luego son estas empresas, las que, de forma insistente, tratan de vendernos sus productos. En otras ocasiones, estos datos se filtran desde registros que nosotros sí habíamos autorizado. Por ejemplo, en este robo masivo de datos a Facebook. En otras ocasiones, somos víctimas de phishing, en español, suplantación de identidad. Como vemos, las formas de robar nuestra información son cada vez más complejas. Posteriormente, esta información se usa contra nosotros.

¿Cómo puedo prevenir el spam?

No es fácil, pero sí puede reducir el volumen de comunicaciones basura que recibimos. Por una parte, en la mayoría de los registros y suscripciones suele aparecer también la autorización para que nos remitan legítimamente estas comunicaciones. También podemos darnos de baja de aquellos que ya estamos suscritos. Al final de las comunicaciones viene escondida la opción. Por otra parte, deberemos tener cuidado a la hora de facilitar nuestros datos a terceros. Tampoco debemos responder a cadenas de mensajes. Usa la bandeja spam, de esta forma, ayudaremos a los gestores de correos a filtrar estos mensajes.

¿Hay algún arma secreta para defenderse del spam?

Por suerte sí, tenemos buenas noticias para los consumidores. Os presentamos la Lista Robinson, una herramienta gratuita para reducir la publicidad de recibimos. El funcionamiento es sencillo y se basa en el Reglamento de la UE 2016/679 que regula el tratamiento de los datos para fines publicitarios, y la Ley Orgánica 3/2018 de protección de datos. Sólo hay que darse de alta, pudiendo incluso manifestar aquellas empresas que queremos que dejen de remitirnos sus comunicaciones.

No hay que hacer nada más, simplemente actualizar de vez en cuando los datos en la lista. De esta forma reduciremos el número de empresas que se ponen en contacto con nosotros.

¿Y si esto no es suficiente?

En otros caso, los que se ponen en contacto con nosotros, lo hacen con fines no publicitarios, por ejemplo, el caso de las empresas de recobros. Para este caso, puedes ponerte en nuestras manos, y te ayudaremos a que cesen las comunicaciones. Si tienes alguna duda, puedes ponerte en contacto con nosotros haciendo clic aquí.